Material genético
Se utilizaron semillas de maíz con un alto grado de germinación (95%) y buena calidad física.
Evaluación del rendimiento:
Para
evaluar el rendimiento y calidad del FVH, y efectuar comparaciones con
otras especies forrajeras, el FVH fue desarrollado mediante el siguiente
procedimiento:
Densidad de siembra. Las semillas fueron pesadas con la finalidad de tener tres densidades de siembra; a) 1,5 kg·m-2, b) 2,0 kg·m-2 y c) 2,5 kg·m-2.
Crecimiento y cosecha.
Las plántulas obtenidas fueron regadas diariamente con agua corriente
hasta su cosecha a los 14 días después del lavado y desinfección de las
semillas.
Para
evaluar el rendimiento de las diferentes densidades de siembra, el FVH
de ocho bandejas de cada tratamiento fue cosechado y se determinó su
peso fresco. Posteriormente, el FVH de cada bandeja fue identificado y
se colocó en el interior de un invernadero de plástico para iniciar su
proceso de deshidratación. Después de una semana bajo estas condiciones,
el FVH se colocó en bolsas de papel y se metieron en una estufa de aire
forzado a 70ºC durante tres días para finalizar su deshidratación y
determinar entonces su peso seco.
Calidad nutricional del FVH:
La
calidad nutricional del FVH fue determinada a partir de muestras de
materia seca obtenidas en cada tratamiento y molidas con un molino de
café suficientemente para pasar una
criba de 1mm. Posteriormente se efectuaron análisis proximales y
minerales.
Determinación del uso de agua:
Debido
a las características del sistema comúnmente utilizado para producir
FVH, la evaluación del uso eficiente de agua se determinó como UEA (kg MS/m3) = rendimiento de MS de FVH (kg) / uso de agua (m3).
La
cuantificación del uso de agua en el proceso de producción de FVH
incluyó la destinada al lavado de bandejas, lavado y desinfección de
semillas, humedecimiento de semillas germinadas y riegos de plántulas en
las bandejas.
Evaluación del FVH en la alimentación de cabras:
Se
cuantificó el efecto de la inclusión del FVH en la alimentación al
determinar los cambios en el peso corporal de cabras. Se seleccionaron
12 cabras hembras cruzadas de raza nubia, desparasitadas y vitaminadas
antes de iniciar el experimento, las cuales fueron distribuidas
aleatoriamente en corrales individuales con comederos y bebederos de
lámina de 10 y 20l de capacidad, respectivamente. Durante todo el tiempo
que duró el experimento se les proporcionó agua fresca a consumo libre.
Se elaboraron tres dietas, en dos de las cuales se incluyó el FVH (Tabla I). Las dietas fueron balanceadas en contenido proteico (15% PC) y la energía metabolizable varió de 2,8 a 3,3 kg. Los ingredientes de las dietas fueron molidos y se utilizó una
criba de 5mm para minimizar la selectividad. Cada dieta fue
proporcionada aleatoriamente a cuatro cabras para tener tres
tratamientos (D1-D3) con cuatro repeticiones.
El
peso de las cabras antes de iniciar tratamientos fue de 31,3 ±2,1; 33,7
±1,3 y 36,2 ±2,9kg en los tratamientos D1, D2 y D3, respectivamente.
Las dietas fueron proporcionadas diariamente ajustando las cantidades
ofrecidas de manera individual, con base en el peso corporal y el
alimento rechazado se determinaba al día siguiente a las 8:00h. Los
animales se pesaron cada 7 días a las 8:00h con una báscula digital con capacidad de 99,95 ±0,05kg, para lo cual se les
retiró el agua y alimento a las 17:00h del día anterior.
Diseño experimental y análisis estadístico:
Para
evaluar rendimiento y calidad nutricional del FVH se utilizó un diseño
experimental completamente al azar. En el experimento cada bandeja fue
considerada como una unidad experimental y cada tratamiento fue repetido
8 veces. El diseño utilizado para evaluar el efecto del FVH en el peso
de cabras fue completamente al azar.
Resultados
En la Tabla II
se presenta el rendimiento de FVH utilizando las tres densidades de
siembra. También se incluye el rendimiento esperado en un
invernadero de plástico (6x15m) equipado para producir FVH, cuyas
características permite utilizar 750 bandejas de plástico (60x30x10cm) o
lo que es equivalente a 180m2 (15m2·día-1) para utilizarse en la producción de FVH.
El
rendimiento de FVH y la producción de MS aumentaron significativamente
con el incremento de la DS. Utilizando una DS de 2,5kg de semilla·m
de bandeja sembrada se obtuvieron los rendimientos mas altos tanto en
FVH como en MS, pero la mas elevada conversión de kg de semilla
utilizada a kg de FVH fue registrada en la DS de 2,0kg de semilla·m
de bandeja. Los rendimientos estimados utilizando el invernadero de
plástico descrito previamente son similares a los que se reportan en
diversos cultivos forrajeros, pero en una superficie 100 veces menor.
En la Tabla III
se presenta el consumo de agua por actividad en el proceso de
producción del FVH y el UEA determinado para cada densidad de siembra.
Se encontró que la mayoría de los parámetros relacionados con la calidad del forraje (Tabla IV)
están dentro de los rangos de los alimentos considerados como
nutritivos para el ganado.
En
las tres DS se observó que la concentración de PC fue menor en la etapa
inicial de crecimiento del FVH, registrándose su mayor concentración a
14-16 días para posteriormente iniciar su descenso (Figura 1). Los valores promedios de EB variaron de 3,8 a 4,2Mcal·kg
MS en las tres DS, sin diferencias significativas entre DS ni entre
días de muestreo. Hasta los 14 días, la FDA varió de 27 a 31%, pero a
partir de este tiempo de muestreo la concentración de FDA se incrementó
significativamente, alcanzando valores de 38-43%.
La
composición mineral del FVH de maíz y los requerimientos para
mantenimiento y desarrollo de rumiantes (ARC, 1980; NRC, 1989, 1996) se
muestran en la Tabla V.
Los niveles encontrados en todos los minerales son considerados
satisfactorios para la nutrición de rumiantes. Únicamente podría existir
la necesidad de ajustar la relación Ca:P, ya que se recomienda como
importante mantenerla en 2:1.
La inclusión del FVH de maíz en la alimentación de ganado caprino manifestó efectos positivos en la ganancia de peso (Figura 2).
Las tres dietas ocasionaron que el peso de las cabras se incrementara
significativamente en el periodo de tratamiento. Sin embargo, en las
dietas que incluyeron FVH fueron las que registraron las mayores
ganancia de peso, con 134,7 y 144,3g·día para D2 y D3, respectivamente. Las cabras alimentadas con D1 obtuvieron una ganancia de peso de 95,5g·día-1,
significativamente menor en comparación con D2 y D3. El rechazo de las
dietas fue mínimo y solamente en algunos días se registró un rechazo
estimado en 10% que no fue específico para ninguna dieta en particular.
En
numerosos países, como por ejemplo Australia, la industria lechera es
uno de los principales usuarios del agua de riego (Linehan et al.,
2004) y se encuentra presionada para utilizarla con mayor eficiencia
(Armstrong, 2004). Por otro lado, es comúnmente reportado que para
producir 1kg de carne se requiere entre 3 y 12kg de alimento obtenido a
partir de especies forrajeras que requieren grandes cantidades de
agroquímicos y agua de riego para lograr altos rendimientos (Tabla VI).
Utilizando la metodología de producción de FVH se puede cosechar anualmente 15-25ton de materia seca (Tabla II). Este rendimiento es equivalente al de la alfalfa, sorgo o maíz (Tabla VI),
pero en una superficie 100 veces menor y sin utilización de
agroquímicos. Para obtener de 1 a 8kg de MS de alimento para el ganado
cultivando especies mediante métodos convencionales se emplea 1m3
de agua de riego, mientras que utilizando este mismo volumen de agua en
la producción de FVH se obtienen alrededor de 100kg de MS de forraje (Tabla III)
de buena calidad nutricional para alimentar diversos tipos de ganado
(FAO, 2001). Aunque se han evaluado métodos de riego recientemente
incorporados a los sistemas agrícolas, como el riego por goteo
subterráneo, para producir pasturas con menores cantidades de agua
(Ayars et al., 1999; Alam et al., 2002; Godoy-Ávila et al., 2003), la realidad es que el UEA aun sigue manteniendo valores bajos de 1,6-1,9kg MS·m-3 en comparación con los calculados para el sistema de producción de FVH.
En
diversos estudios se ha demostrado que la calidad nutricional del FVH
es valiosa, ya que se le han encontrado características apropiadas, como
excelente gusto y un alto contenido de proteína cruda. Entre los factores que influyen en el valor nutricional del FVH se encuentran la calidad del agua de riego (Amorim et al., 2005), tiempo de cosecha y densidad de siembra (Müller et al.,
2005). Desde el punto de vista cuantitativo, entre los componentes
alimenticios para el ganado, los energéticos y proteínicos son los más
requeridos.
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